Con su discurso de este lunes, Rousseff no solamente dio una muestra más de su implicación en la situación legal de su mentor político sino que hizo suya la denuncia del magistrado del Tribunal Supremo Federal (TSF), Marco Aurelio Mello, quien el pasado viernes criticó duramente la decisión del juez instructor de la Operación Lava Jato, Sergio Moro, empleando también la expresión " declarar a porrazos".
Cabe recordar que el día en el que el expresidente Lula da Silva fue llevado a declarar, los mercados financieros tuvieron una respuesta espectacular con un aumento del 9,89 por ciento de las acciones de la petrolera Petrobras, una clara muestra que los especuladores financieros estarían apostando a una caída precipitada del gobierno de Rousseff y una eventual privatización de la semiestatal.