La representante de la Unión Europea (UE) para Política Exterior, Federica Mogherini, casi se cruzará con el presidente norteamericano, al arribar (¿coincidentemente?) a La Habana procedente de Buenos Aires, a donde, por cierto, va Obama a su salida de Cuba.
Con el propósito de impulsar el diálogo entre el bloque y la isla, se encuentra aquí la alta funcionaria europea. Tras dos largos años de negociaciones, se acaba ahora de concretar un acuerdo bilateral de diálogo político y cooperación que normaliza sus relaciones y pone punto final a la etapa de restricciones y condicionamientos signada por la llamada "posición común" desde 1996. Una polémica postura que pretendía "promover la transición hacia la democracia y el respeto a los derechos humanos" en Cuba, limitando drásticamente las relaciones.
En abril de 2014, el bloque dio un giro a su enfoque sobre la isla, y desde entonces se han efectuado siete rondas negociadoras y numerosos encuentros e intercambios bilaterales.
La gran noticia de esta séptima sesión, ha sido la firma del acuerdo este viernes por parte de Mogherini y el ministro cubano de exteriores Bruno Rodríguez Parrilla.
"Este acuerdo marcará el comienzo de una nueva fase de las relaciones bilaterales. Es una demostración histórica de la mejora de la confianza mutua y del entendimiento entre nosotros", señaló Mogherini.
Por su parte los cubanos insistieron en que el preámbulo del documento reafirma el respeto a su soberanía, independencia e integridad territorial y está en correspondencia con los principios consagrados por la Carta General de las Naciones Unidas y el derecho internacional. No sobra la aclaración tras los pasados intentos europeos de condicionar las relaciones a aspectos internos de Cuba.
El documento, que será válido por muchos años y abarca todos los temas y sectores en los que se basa la relación entre la isla y la UE, está considerado amplio y ambicioso. Se trata de un acuerdo que deberá además propiciar y fortalecer los lazos con cada uno de los estados que conforman el bloque europeo.
Por varias razones, Cuba es importante para la Unión Europea, que ve en la isla a un posible aliado por su liderazgo regional.
Y como detrás de la política (o delante) siempre marcha la economía, Bruselas se propone también promover el comercio y las relaciones económicas, sobre todo en materia turística.
Ya desde 2008 se dieron los primeros y tímidos pasos de acercamiento tras el período más oscuro para las relaciones y desde entonces, Cuba firmó acuerdos bilaterales con 15 países de la UE, y se destinaron casi cien millones de euros en ayuda al desarrollo a la isla.
Hasta ahora, la isla era el único país de Latinoamérica con el que el bloque comunitario no tenía aún un acuerdo bilateral, aunque la UE es su segundo socio comercial, el mayor inversionista extranjero en la isla y tercero en llegada de turistas, detrás de Canadá y América Latina. No por gusto entre las reuniones que tiene previstas Mogherini, destaca la del ministro de Economía, Marino Murillo.
Mientras tanto, La Habana se prepara expectante para el arribo de la comitiva presidencial norteamericana.
Lo cierto es que la isla recuerda ahora un pastel que todos parecen querer probar, y bienvenidos sean los invitados, mientras aporten sustancialmente a la fiesta, y el mayor trozo siempre quede en casa.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
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