CIUDAD DE MÉXICO (Sputnik) — El descenso de la producción de México será superior de esta forma a los 100.000 barriles diarios (b/d) anunciada por la compañía estatal Pemex en febrero, debido a la cancelación de proyectos no rentables con costos arriba de 25 dólares por barril.
“Si se incluyen los descensos de producción por la falta de inversión, debido a los recortes al presupuesto de Pemex (más de 5.500 millones de dólares), no es arriesgado ni conservador pronosticar la caída de la producción en 300.000 b/d promedio al final de 2016”, enfatizo el investigador del Centro de Estudios de Energía del ITESM.
“El impacto es brutal en la cadena de valor por el recorte presupuestal”, porque el criterio que tomó por el nuevo director general de Pemex, José Antonio González, ha sido cancelar los proyectos que no sean rentables al precio corregido a la baja en los presupuestos de México.
González, un financista que no procede de la industria petrolera sino del Instituto Mexicano de Seguro Social, donde hizo un ajuste al programa de pensiones, fue designado en febrero pasado para estabilizar la empresa estatal antes que su plataforma productiva.
Su primera decisión fue ajustar a la baja de 50 a 25 dólares por cada barril en todo el año, y recortar 100.000 millones (más de 5.500 millones de dólares) de pesos al presupuesto de Pemex.
Criterio burocrático
Se trata de “un criterio burocrático que va a poner en graves aprietos a muchas compañías proveedoras”, explica Juárez Cao, porque la contracción de la producción debido a la cancelación de proyectos va a ser el triple del recorte estimado (100.000 b/d), y caerá en total unos 110 millones de barriles menos de crudo en todo 2016.
“La reducción del flujo de suministros de petróleo en 2016 será mucho mayor a lo estimado por Pemex por la cese de operaciones en varias plataformas no rentables a 25 dólares por barril”, mientras el viernes pasado cerró a 32 dólares por primera vez en 2016, dijo el investigador del programa de investigación del programa sobre la Reforma Energética financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
La caída de la producción estimada por el experto será entonces el triple de la baja estimada originalmente, calculada en 5 por ciento para todo el año, cuando no se anunciaba aún el recorte presupuestal de febrero.
Con esa medida, ya se ha revelado que la producción petrolera de México bajará, de un promedió 2,27 millones de barriles diarios (b/d) en todo 2015, a 2,13 millones de b/d en 2016, es decir un total de 140.000 b/d menos en promedio anual, según el anuncio oficial.
En una fuga hacia adelante, Pemex se proyecta al futuro, hacia el año 2022, cuando espera relanzar su producción a un mínimo de 2,50 millones b/d, o un máximo de 2,60 millones de b/d, es decir alrededor de 300.000 barriles más que su nivel actual en seis años, según el anuncio de González semanas después de asumir su cargo.
Pero de febrero hasta ahora el escenario ha empeorado: “se cancelaron una serie de operaciones que van a impactar en la producción que continuará cayendo en los campos que permanecerán activos”, dijo el analista luego de un trabajo de campo en el Golfo de México.
“Son causas distintas –los proyectos suspendidos por recortes al presupuesto y el descenso de la extracción en los campos productivos-; pero si sumamos los dos procesos el resultado es una caída de la producción arriba de 300.000 barriles diarios promedio en todo 2016”, enfatizó.
“Esa es mi apreciación y mis proyecciones con base en los informes y los anuncios oficiales, las vamos a comprobar en enero de 2017”, subrayó, cuando se presenten los balances anuales y Pemex presente el monto total de la reducción de la producción anual.
El pronóstico sombrío también es resultado de consultas directas con fuentes responsables en los campos de operaciones, por ejemplo en los campos de la estratégica región petrolera noreste del país, “donde la reducción de la producción petrolera marina y terrestre será muy importante”.
Así, debido a la drástica reestructuración interna en Pemex, la producción “sufrirá un impacto más severo en una de las zonas que más produce, la llamada Sonda de Campeche del golfo de México”, puntualizó.
