MOSCÚ (Sputnik) — "Hay jóvenes al borde de la radicalización: más de 9.000, el 50 por ciento de los cuales, conversos (cristianos convertidos al islam) que todavía están en Francia bajo vigilancia", dijo.
La lucha contra este fenómeno en Francia es "un trabajo largo y no se hará de repente", señaló Goulet, senadora por la Unión de los Demócratas e Independientes (UDI), al agregar que se debe empezar en la escuela.
El otoño pasado, el primer ministro francés, Manuel Valls anunció un plan para crear la primera institución para abordar cuestiones relacionadas con tendencias radicales entre los jóvenes.
A principios de este mes, el legislador francés Nicolas Dhuicq dijo que las autoridades francesas quieren abrir tres unidades de desradicalización dedicadas a proporcionar apoyo psicológico diferenciado para los implicados en las organizaciones yihadistas, así como unidades penitenciarias especiales para separar a los presos condenados o acusados de delitos relacionados con el terrorismo.
Según el Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización y la Violencia Política, más de 1.200 ciudadanos franceses se unieron a las filas de Daesh (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia) y otros grupos yihadistas en Irak y Siria, lo que convierte al país galo en la mayor fuente de reclutas de la UE para los grupos extremistas.