CARACAS (Sputnik) — "¡Aleluya! Esta cámara es prodigiosa, milagros hay, aunque la gente no lo crea", exclamó el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), el opositor Henry Ramos, al registrar el voto unánime en favor de un texto que acordaron los antagonistas en cuestión de minutos.
El jefe de la Iglesia Católica pidió el pasado Domingo de Pascua que "el amor de Jesús se proyecte cada vez más sobre el pueblo venezolano, en las difíciles condiciones en las que vive, así como sobre los que tienen en sus manos el destino del país, para que se trabaje en pos del bien común, buscando formas de diálogo y colaboración entre todos".
Tras las primeras acusaciones, ambas partes fueron a un receso para negociar un texto común, que limó las críticas más extremas y se decidió "hacer nuestro en toda su extensión el llamado del Papa y trabajar de buena fe, buscando fórmulas de diálogo".
La casi totalidad de pronunciamientos y textos legales trabajados por el parlamento en lo que va de año han tenido posiciones confrontadas y el oficialismo ha apelado al Tribunal Supremo para deshacer las posiciones de la mayoría opositora.
En la víspera, el presidente Nicolás Maduro había declarado: "Sí, querido papa Francisco", en relación al diálogo, pero acotando que impulsaría "un gran diálogo social, sociocultural, político, pero no con las viejas élites corruptas, sino con el pueblo que ama y trabaja".
La confrontación política se reavivó en Venezuela después de que la Mesa opositora, que propone el cese adelantado del mandato de Maduro, ganó la mayoría de bancas al elegirse una nueva Asamblea Nacional en diciembre.