"Ahora al contrario, ‘ser amigo' de esa persona es muy beneficioso", escribe Ivanov.
A pesar de todas las condecoraciones, dicho personaje es uno de los más notorios extremistas, el cual trata de provocar que la población tártara organice marchas contra la autoridad legítima, subraya el columnista. Además, estos extremistas desean desestabilizar la península.
Dzhemilev es buscado internacionalmente, añade Ivanov.
Pavel Ivanov destaca que en diciembre del año pasado, el líder del Majlis tuvo una reunión en Ankara con el presidente Erdogan, en la que el último prometió financiar la creación de un batallón conformado por los tártaros fugitivos. Se reveló el número de combatientes: 500 personas.
Según Ivanov, el exagente solicitó financiamiento para el proyecto, y ahora necesita demostrar su eficaz manejo de los recursos. Los inversores podrían pedir un informe de gastos. Por eso casi no hay dudas de que diputado continúa gastando dinero turco.
"Para Kiev un socio tan fiable, uno que odia Rusia y que está listo para hacerle cualquier mal, es muy necesario hoy en día", subraya el columnista.
Los empleados del SBU, que durante años vigilaron las acciones de Dzhemilev, descubrieron sus vínculos con la inteligencia turca, y la obtención de millones de dólares por parte de sus patrocinadores, según los datos presentados.
"La actuación del jefe del Majlis se aprecia mucho —por el Gobierno turco-. La gratitud fue reconocida por Ankara con la mayor condecoración: la Orden de la República de Turquía. Más que eso, Dzhemilev recibido el Doctorado honoris causa en Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad turca de Seljuk y el Doctorado honoris causa en Derecho de la Universidad tecnológica de Gebze", destaca Ivanov.
Al añadir las tensas relaciones entre Moscú y Ankara, su exigencia aumentó varias veces. En particular a la luz de los intentos de Poroshenko y de Erdogan de establecer una firme alianza antirrusa.
"En algún momento mostrará el mismo odio a Ucrania, ya que para Dzhemilev y sus patrones, Crimea no debe ser una parte rusa, ni ucraniana, tampoco debe pertenecer a algún país del otro lado del Mar Negro".