El cierre obedece a la celebración de la Pascua judía y es habitual en esta época del año.
Durante todos estos días el ejército no permitirá la entrada en Israel de los trabajadores palestinos ni permitirá la entrada de los fieles musulmanes que deseen rezar en la mezquita Al Aqsa de Jerusalén.
Las autoridades israelíes justifican el cierra argumentando que es una medida de seguridad que impedirá que se cometan atentados dentro de Israel.