Abre sus puertas el primer Dron Café del mundo

© AFP 2023 / Eindhoven University of Technology/Bart Van OverbeekeDron Café
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¿Te imaginas que los drones lleguen a ser parte de tu vida cotidiana? Estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, en Holanda, inauguraron el primer "Dron Café" del mundo, en donde los camareros son reemplazados por vehículos no tripulados.

"El dron, llamado Blue Jay, resembla un pequeño blanco platillo volante con una tira luminiscente que sirve de ojos, vuela hacia las mesas y toma los pedidos de los clientes".

"Sus ojos se van rellenando poco a poco, como una barra de descarga. Cuando se iluminan por completo, el pedido está listo. El otro dron lleva la botella a la mesa, sujeta por medio de una pinza", declaró a la agencia AFP el estudiante Tessie Hartjes, uno de los responsables del proyecto.

El café ofrece a los clientes cuatro cócteles, con o sin alcohol, que tienen los mismos colores que los ojos de los drones.

Los creadores del café, inaugurado en el marco del Dream&Dare Festival, aseguran que los drones domésticos son capaces de formar parte de la sociedad humana, y, entre otras cosas, podrían ayudar a la gente en la entrega de medicamentos o incluso ser capaz de capturar ladrones.

El primer dron, llamado Blue Jay, es "un pájaro inteligente que vive en los entornos sociales complejos y es capaz de viajar por sí solo por nuestro mundo físico", comentaron los creadores del Dron Café.

Trabajando en el proyecto, los estudiantes han elaborado cuatro principios claves que constituyen la base de la evolución de los drones domésticos.

Uno: utilizando sensores y un marco cerrado (closed frame), se puede garantizar que Blue Jay funcione de manera segura.

Dos: la garra del dron se parece a una mano humana, puesto que la investigación ha demostrado que esta es la forma más funcional para las tareas cotidianas.

Tres: lo más difícil es que el dron sea capaz de volar en el interior, pero ya que los propulsores son cada vez más pequeños, y las baterías más fuertes, resultará menos peligroso tener un dron en casa.

El cuarto principio: el dron tiene que ser inteligente. Un dron autónomo es como una mascota entrenada, comentaron los estudiantes. Le gusta aprender, y es divertido jugar con él. El dueño humano tendrá que enseñarle algunos trucos.

Cada dron del proyecto cuesta unos 2.000 euros y ha sido parcialmente financiado por la Universidad Tecnológica de Eindhoven.

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