"En Turquía se está librando una guerra contra la población kurda. Las autoridades la conducen bajo la consigna de lucha contra el terrorismo", declaró RIA Novosti el presidente de la Asociación, Ozturk Turkdogan.
Turkdogan afirmó que las autoridades no hacen distinción entre rebeldes y civiles y mantienen bloqueadas las localidades kurdas en el sureste del país.
En los distritos de Sirnak y Nusaybin se libran en estos momentos encarnizados combates, esta última localidad está sometida a un intenso bombardeo y numerosas tropas llegan allí enviadas por las autoridades centrales.
"Unos 500.000 kurdos abandonaron sus hogares en los últimos meses", denunció el defensor de derechos humanos.
La Asociación de Derechos Humanos estima que la violencia se cobró las vidas de 353 civiles y dejó 245 heridos en los primeros meses de 2016.
Las bajas de la guerrilla kurda, según Turkdogan, son de 569 muertos y 16 heridos.
"Ya no cabe hablar de seguridad en Turquía, hay una guerra civil", sentenció.
"El acuerdo entre la UE y Turquía contradice las leyes básicas sobre los refugiados: ¿cómo es posible que Turquía, que mata a su propia población y destruye sus casas, acoja a extranjeros en su territorio?", interrogó.
El sureste de Turquía se sumió a finales de julio de 2015 en una nueva espiral de hostilidades entre las fuerzas de seguridad y el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), declarado como terrorista por Turquía, la UE, EEUU y varios países más, pero no por la ONU.
Los enfrentamientos dieron al traste con el proceso del arreglo iniciado en 2012 para encontrar una solución sostenible al problema kurdo.