"No es una batalla entre Europa y Canadá, sino entre las multinacionales y la democracia", dijo Stéphane Hazée, diputado del Parlamento valón.
Los diputados regionales pidieron al Gobierno belga solicitar al Tribunal de Justicia de la UE que evalúe el acuerdo y decida si corresponde a la legislación europea.
A su vez, el ministro-presidente del Gobierno de Valonia-Bruselas, Paul Magnette, ya advirtió a la Comisión Europea que el Parlamento regional no ratificaría el acuerdo si llegaba a la votación en su versión actual.
Previamente, el acuerdo fue bloqueado por el Gobierno valón.
Los oponentes del acuerdo apuntan a sus similitudes con el TTIP, el tratado de libre comercio que negocian EEUU y la Unión Europea y que, en opinión de los expertos, perjudica a las pequeñas y medianas empresas europeas y favorece solo a las compañías transnacionales.
La UE y Canadá lograron un acuerdo de libre comercio en 2013 y para su entrada en vigor los países comunitarios y el Parlamento Europeo deben aprobarlo.
Según la Comisión Europea, la zona de libre comercio entre la UE y Canadá eliminará el 99 por ciento de las tasas de aduana.
Los expertos estiman que este acuerdo permitirá aumentar el comercio bilateral en 25.700 millones de euros.