"Hay golpes que se hacen con armas en la mano, el golpe que se hace con tanques y otro tipo de golpe que se hace con las manos vacías, rompiendo la Constitución", declaró la líder del Partido de los Trabajadores (PT) para pasar a acusar al impopular presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, que dirige el proceso de “impeachment”, del "pecado original" que supuso la implantación del proceso en base a un supuesto delito de responsabilidad fiscal.
En esta misma línea, Rousseff recordó que, a diferencia del político del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), ella no posee cuentas bancarias en el exterior, ni empleó el dinero público para beneficiarse, ni se cuenta con acusaciones de corrupción en su contra, por lo que "inventaron una acusación" que acabará por demostrarse como "frágil y manipulada".
"En Brasil hicimos un camino muy largo para garantizar las elecciones directas y el voto secreto para elegir presidentes, gobernadores y alcaldes, no dejaremos que usen un atajo para llegar al poder a través de una elección indirecta disfraza de impeachment", subrayó la política.