Ucrania entró en suspensión de pagos en diciembre de 2015 al incumplir el desembolso de sus bonos por 3.000 millones de dólares, unos papeles que Moscú adquirió en 2013.
"Vamos a insistir en la incorporación de la deuda pendiente de Ucrania ante Rusia en el programa del FMI", dijo Siluánov.
El ministro lamentó la falta de voluntad de las autoridades ucranianas para reestructurar los bonos.
"Ucrania no ha ofrecido ninguna solución aceptable, si bien es cierto hubo conversaciones a nivel de expertos en las que nos propusieron condiciones peores que a los acreedores particulares (…) Esto es absurdo", apuntó.
En febrero pasado, Rusia presentó una demanda al Alto Tribunal de Justicia en Londres exigiendo que reconozca el default de Ucrania y la obligue a pagar la deuda de 3.000 millones de dólares y las multas correspondientes.