Así lo entiende el economista y miembro de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ariel Noyola Rodríguez. Indica que a esto hay que sumarle que Bruselas ni siquiera se ha acercado a los objetivos que estas instituciones se plantearon en un principio: reducir el monto de la deuda pública e incrementar el superávit primario.
Asimismo, el experto señala que la recaudación fiscal tenía la supuesta finalidad de dar margen de maniobra, no sólo al Gobierno griego, sino de otros países como España o Portugal.
Mientras, un reciente estudio señala que el 71% de los ciudadanos griegos, el 61% de los franceses, el 49% de los españoles, el 48% de los alemanes y el 46% de los holandeses, rechazan la existencia del bloque tal y como están las cosas, sobre todo en lo económico, por sentirse castigados.
En el otro rincón, se encuentran los países del Este. Así, el 72% de los polacos y el 61% de los húngaros, defienden la existencia del bloque. No es casual que los ciudadanos de los países más ricos estén en contra del bloque, mientras que los de Estados no tan ricos ni poderosos, se sitúen en la vereda de opuesta.
Ariel Noyola Rodríguez atribuye esta visión de los europeos del Este a que históricamente han estado económicamente más vinculados a la región de Eurasia que a los de Europa continental. Se trata de países de una relativa reciente incorporación a la UE, de los últimos en integrarse. En este sentido, explica el economista, esos países aún no tienen una conciencia total de los perjuicios que conlleva formar parte de la UE.