Unos 1.000 manifestantes convocados por el Movimiento Identitario de Austria "en defensa de Europa" cambiaron inesperadamente la ruta programada y se enfrentaron con una marcha de antifascistas.
El ministro del Interior austriaco, Wolfgang Sobotka, condenó la violencia de hoy.
"Bajo el pretexto de la libertad de manifestación se ha usado la violencia hacia otros seres humanos, lo que, sin duda, no puede tolerarse en modo alguno y, al contrario, es condenable", dijo Sobotka, citado por la página del Interior en Facebook.
El ministró expresó agradecimiento a todos los oficiales de policía, por haber demostrado que son capaces de tomar la situación bajo control rápidamente.
"La libertad de reunión es uno de los mayores valores de la democracia, pero definitivamente no hay cabida para los brotes de violencia en el contexto de manifestaciones", subrayó.