La intervención del presidente norteamericano fue difundida en línea por la Casa Blanca.
"Este fue un acto de terror y un acto de odio", destacó.
El FBI está en el sitio y está investigando el caso. "Lo consideramos un acto de terrorismo", recalcó. Precisó que las autoridades todavía no han establecido los exactos motivos del atacante.
"Estamos con el pueblo de Orlando, que ha sufrido un terrible ataque contra la ciudad. Pudo haber sido cualquiera de nuestras poblaciones".
La comunidad LGBT es la más afectada por este ataque, según el presidente norteamericano.
"Un ataque contra todos nosotros, independientemente de nuestra identidad política, racial o sexual, es un ataque contra toda la sociedad estadounidense".
Ha sido el tiroteo más mortífero de toda la historia del país, afirmó el presidente.
"Nuestros pensamientos y nuestras oraciones están con los familiares de las víctimas".
"No vamos a ceder ante el temor. Vamos a enfrentarlo juntos", concluyó el mandatario.
El domingo 12 de junio un desconocido se atrincheró en el club gay Pulse en Orlando (EEUU, Florida) y disparó al azar contra los clientes de la discoteca. Al menos 50 personas fallecieron y 53 resultaron heridas durante el tiroteo.
El atacante, armado con un fusil automático y una pistola, fue eliminado por la policía. Posteriormente fue identificado como el ciudadano estadounidense Omar Mateen.
