Laura, cuyo apellido no se ha hecho público, fue condenada a un año de encarcelamiento que no tendrá que cumplir ya que será deportada del país árabe después de pagar una multa de 824 dólares.
Un funcionario de la corte describió la sentencia suspendida de un año como "leve".
"Si hubiera sido una mujer musulmana, habría recibido al menos cinco años de cárcel. Nadie se escapa de esas penas aquí en Catar", comentó el hombre, citado por la cadena Al Jazeera.
El supuesto violador, un hombre sirio identificado como Omar Abdullah al-Hasan, fue condenado a recibir 100 latigazos por 'actos sexuales ilícitos' y a otros 40 latigazos más por 'embriaguez pública'. Al-Hasan también será deportado, según el medio árabe.
Anteriormente, el abogado de Laura, Brian Lokollo, había afirmado que la joven fue drogada durante una fiesta en un hotel de la capital catarí y posteriormente violada.
En el país árabe, tener relaciones sexuales fuera del matrimonio —consentidas o no— está considerado un crimen. La ciudadanía de los 'culpables' tampoco se toma en consideración a la hora de juzgar este tipo de delitos según las leyes del país islámico.