En el primer artículo de la notificación, publicada en el Diario Oficial del estado, el gobernador admite: "La crisis financiera impide el cumplimiento de las obligaciones asumidas de cara a la realización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos Río 2016".
La situación del estado, advierte, "puede ocasionar el total colapso de la seguridad pública, la sanidad, la educación, la movilidad y la gestión ambiental", y admite que las deficiencias en la prestación de servicios públicos ya están afectando "sobremanera" a la población.
Por ello, pide a las "autoridades competentes" –sin especificar cuáles—que adopten medidas excepcionales necesarias para racionalizar todos los servicios públicos esenciales con vistas a la realización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
Antes de la publicación de este decreto este mismo viernes el secretario de Estado de Hacienda de Río de Janeiro, Julio Bueno, había anunciado que la previsión es acabar el año con un déficit de 19.000 millones de reales (unos 5.500 millones de dólares).
Las dificultades del Estado se están dejando notar desde hace tiempo en las escuelas y hospitales públicos, pero también en las obras olímpicas; la conclusión de la línea de metro que conectará el parque olímpico con el resto de la ciudad depende ahora de un préstamo del Gobierno Federal.
El Estado de Río de Janeiro está gobernado desde 2007 por el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB); del mismo color que el Gobierno de Michel Temer y que el Ayuntamiento de la ciudad.
