Sobresalieron los aficionados húngaros, ya que antes del inicio del partido Hungría-Islandia generaron disturbios encendiendo fuegos artificiales en el estadio y lanzando objetos a la cancha. Además, alrededor de 100 húngaros, presuntamente de ultraderecha, intentaron trepar la valla para lanzar ataques contra los aficionados islandeses.
La policía tuvo que intervenir interrumpiendo a los infractores y utilizando gas lacrimógeno. Se definió que la audiencia sobre el caso de Hungría se celebrará el 21 de junio.
Los aficionados belgas también perturbaron el orden público, aunque en menor medida que los húngaros, tras el fin del partido. Al celebrar apasionadamente su victoria, los hinchas belgas tiraron objetos a la cancha y encendieron fuegos artificiales, por eso tampoco podrán huir de sus responsabilidades, según anunció la UEFA.
Aunque las asociaciones de Bélgica y Portugal ya recibieron advertencias, todavía no se ha determinado que medida de castigo será tomada para ellos, ni en qué fecha se celebrarán sus audiencias.