La cuestión de adoptar esta medida se agudizó después del ataque de Orlando, que se cobró 49 vidas y dejó más de 50 heridos, por lo que varios políticos propusieron introducir una serie de restricciones de la venta de armas.
Según el diario, estas restricciones ya habían sido propuestas por el Partido Demócrata de EEUU, pero no obtuvieron apoyo suficiente.
Antes se informó que en 2015 las personas que figuraban entre los sospechosos de vínculos con el terrorismo pudieron comprar armas en un 91 por ciento de los casos.
Hoy en día en EEUU no existe un mecanismo que permita prohibir adquisición de armas a las personas incluidas en esta lista.
El pasado domingo un hombre se atrincheró en una discoteca gay en Orlando (Florida, EEUU) y empezó a disparar contra los presentes.
Al menos 49 personas murieron y otras 53 resultaron heridas en la masacre.
De acuerdo con el FBI, el tirador había llamado a un servicio de ayuda urgente y dijo ser leal al grupo yihadista Daesh (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países).
Sin embargo, su padre afirmó que el delito no tenía que ver con la religión y que el motivo era el odio hacia los representantes de minorías sexuales.