Aunque se desconoce la cantidad exacta de vehículos blindados comprados —destinados para la recién creada guardia nacional rusa—, el diario Izvestia especifica que, en primer lugar, los principales destinatarios serán las unidades encargadas de garantizar la seguridad en el torneo de fútbol que se celebrará en Rusia en 2018.
El blindaje del carro es capaz de resistir tiros de pistola, fusil de asalto y hasta de una ametralladora pesada. Además, será capaz de resistir el estallido de artefactos explosivos improvisados con un peso de hasta dos kilos.
De ser necesario, los camiones pueden destruir barricadas y derrumbar muros, detrás de los que pueden esconderse terroristas o criminales.
Además, la guardia aboga por un aspecto menos agresivo de sus vehículos blindados. Así, los carros no portarán armamento en su chasis, ni tampoco estarán pintados de colores de camuflaje, más en la línea de los vehículos policiales existentes.