"Las autoridades se han tapado los ojos, los oídos y la boca. Están dedicados exclusivamente a organizar la ceremonia inaugural. No están interesados en los problemas técnicos, ambientales o sociales del proyecto", dijo a Sputnik Marco A. Gandásegui, profesor de sociología en la Universidad de Panamá, e investigador del Centro de Estudios Latinoamericano (CELA).
También advirtió el NYT sobre los problemas en la seguridad de los remolcadores. Aseguró en su nota que la decisión de usar barcos en lugar de locomotoras para mover las embarcaciones dentro de las esclusas es un gran error ya que de este modo se expone a los remolcadores a un posible aplastamiento si algo sale mal.
Pero estos no son los únicos problemas del Canal. "Lo que yo más subrayo es que la ampliación del Canal no se ajusta a ningún plan del desarrollo del país, sino que está exclusivamente al servicio de los intereses de un grupo pequeño de empresas", dijo Gandásegui.
Con la ampliación se cree que estas cantidades van a aumentar.
"Sin embargo toda esa actividad económica no impacta en proyectos de desarrollo nacional. Panamá tiene problemas estructurales importantísimos. Casi el 50% de la población en edad de trabajo es informal. Tenemos un sector agropecuario que desde hace 15 o 20 años se estancó o retrocedió. Ese sector de la economía es muy importante para garantizar la seguridad alimentaria del país y de paso para dar miles de empleos. Lo mismo ocurre en el sector industrial. Panamá nunca fue un país con una gran industria, pero hace 20 o 25 años el sector manufacturero representaba el 20% del PBI, hoy solo el tres por ciento. Para eso tampoco hay un plan", dijo el profesor.