Según los diplomáticos norcoreanos, el mensaje, fechado del 25 de junio, insiste que "Corea del Norte debe disponer de potentes medios ofensivos que representen una amenaza permanente para EEUU, para garantizar la seguridad del país y de su pueblo ante la amenaza nuclear estadounidense".
"La política hostil de EEUU hacia Corea del Norte", dice la carta, se ha convertido en una "rutina" y por tanto Pyongyang "continuará dando los pasos para fortalecer sus capacidades nucleares de intimidación y autodefensa".
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó los lanzamientos al subrayar que representan una violación de las resoluciones internacionales.
Por sus características, los misiles Musudan son capaces de recorrer una distancia de hasta 4.000 kilómetros, suficiente para alcanzar las bases estadounidenses en el Pacífico.
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La febril actividad misilística norcoreana indica su desesperación por hacerse con un arma que suponga una amenaza real contra EEUU y que pueda servir de argumento en las mesas de negociación, señalan los expertos.
En marzo pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU endureció las sanciones a Pyongyang para que renuncie a su programa nuclear y los lanzamientos balísticos, ya prohibidos por resoluciones anteriores del organismo.