El programa de destrucción de las municiones "fue cumplido dos años antes del plazo previsto por la Convención sobre Municiones en Racimo", dice la declaración citada por AFP.
Las municiones en racimo, también conocidas como bombas 'clúster', representan un peligro mortal para la población.
Estas municiones son arrojadas desde aviones o disparadas por la artillería y al detonar esparcen un gran número de pequeñas bombas —o submuniciones— que causan numerosas víctimas civiles, sobre todo si se utilizan en zonas pobladas.
Las municiones de ese tipo están prohibidas por la Convención sobre Municiones en Racimo, redactada en 2008 y en vigor desde de agosto de 2010.
Según destaca el movimiento internacional contra las armas de racimo Cluster Munition Coalition, se incorporaron a la convención 118 países, de los cuales 20 aún deben ratificarla.
No participan del acuerdo 79 naciones, entre ellas Arabia Saudí y EEUU, el mayor productor y depositario de las municiones en racimo.