"Voy a demostrar que soy inocente", señaló Corradi, según esas mismas fuentes.
Pérez Corradi sostuvo ante la magistrada que el funcionario público al que se hacía referencia como "la morsa" y que les había otorgado protección judicial y policial a cambio del pago de entre 200.000 y 250.000 dólares, era el exjefe de gabinete del anterior Gobierno, Aníbal Fernández, según le había comentado uno de los empresarios asesinados, Sebastián Forza.
Tras escuchar al imputado durante cuatro horas, la jueza decidió suspender la declaración indagatoria hasta el jueves o el lunes de la semana próxima.
Tras permanecer durante más de cuatro años prófugo, Pérez Corradi fue detenido a mediados de junio en la ciudad brasileña de Foz de Iguazu, fronteriza con Paraguay y Argentina, y fue trasladado a Asunción, donde se lo requería por falsificación de documentos.
El exempresario farmacéutico aceptó finalmente su extradición abreviada a Buenos Aires, donde un segundo juez, Sebastián Casanello, lo requería también en el marco de una causa por lavado de dinero.