En pleno vuelo, tres hombres que se encontraban en la parte delantera de la aeronave y tres que estaban en la cola del avión se levantaron de sus asientos para anunciar sus planes de secuestrar el aparato.
Posteriormente, los delincuentes —armados con trozos de aluminio— intentaron penetrar en la cabina de los pilotos, pero no lo consiguieron debido a que los pasajeros obstaculizaron su paso y los acabaron inmovilizando.
Además, el portavoz del gobierno regional señaló que todos los individuos implicados en el caso proceden de la región de Sinkiang, donde históricamente se mantienen unas relaciones tensas entre la minoría de la etnia uigur y la etnia mayoritaria de China, los han.
Por su parte, el portavoz del Congreso Mundial Uigur, Dilxat Raxit, descartó que se hubiera tratado de un intento de secuestro y apuntó a que la pelea podría haberse producido por una simple disputa por los asientos de la aeronave.