Se señala que las autoridades urbanas recibieron autorización para desmontar este monumento en abril pasado, pero no estaba claro qué hacer después, se proponía, en particular, trasladarlo al sector de entierro de los combatientes soviéticos situado en un cementerio local, pero el Comité de Protección del Recuerdo de las Batallas se opuso.
Anteriormente, el Instituto en cuestión anunció el plan de quitar de las calles y plazas de las ciudades polacas los monumentos de gratitud al Ejército Soviético, que son 229, y crear a cielo abierto un museo donde concentrarlos.
La Sociedad Histórica Rusa instó a las autoridades polacas a abstenerse de desmontar y demoler los monumentos a los soldados soviéticos.
La portavoz de Exteriores de Rusia, María Zajárova, dijo que Moscú reaccionará adecuadamente a esta campaña y expresó la esperanza de que las autoridades polacas desistan de tal plan.
La presidenta de la comisión para el desarrollo de la diplomacia pública y apoyo a los compatriotas residentes en el extranjero de la Cámara Pública de Rusia, Elena Sutormina, pidió a la Unesco bloquear la decisión de las autoridades polacas de desmontar los monumentos soviéticos.