El medio no especifica cuál era el objetivo del secuestro.
Unos 80 oficiales con grado de coronel o teniente coronel se reunieron el 13 de julio en un hotel de la parte asiática de Estambul, en lo que Haberturk describe como ensayo general, pero el día del golpe muchos desistieron de participar.
El conflicto causó más de 40.000 muertos, según algunas estimaciones.
Un acuerdo de alto el fuego logrado en 2013 se vio abortado en julio de 2015, tras varios meses de creciente tensión que la crisis de Kobani provocó en zonas kurdas a ambos lados de la frontera turco-siria.
El PKK fue designado organización terrorista por Turquía, así como por tres de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad —EEUU, Francia y Reino Unido— pero no por China y Rusia, ni por la ONU como tal.
La intentona golpista del pasado 15 de julio en Turquía causó 232 muertos y más de 1.500 heridos, según los datos oficiales.
Después de sofocarla, el Gobierno respondió con purgas para descubrir a los simpatizantes del clérigo opositor Fethullah Gülen, a quien indica como promotor del motín. El imán, cuya extradición Ankara exige a Washington, niega esas acusaciones.
Desde que se produjo el fallido golpe de Estado, en Turquía fueron detenidas o suspendidas en sus funciones decenas de miles de militares, agentes, jueces, funcionarios públicos y docentes.