El operativo "no responde a ninguna alerta que hayamos recibido de actividad terrorista", dijo Layera en conferencia de prensa.
El director de la Policía uruguaya explicó además que las autoridades de Brasil "no han requerido el accionar" de las fuerzas de seguridad que dirige, sino que el operativo surge de la evaluación que el Gobierno de su país hace de los últimos acontecimientos a nivel mundial.
"Es una decisión de carácter estratégico que corresponde a nuestra apreciación de la situación", dijo el director de la Policía uruguaya.
El plan incluye "controles sorpresivos" en rutas secundarias de los departamentos uruguayos fronterizos con ese país, así como un incremento de la vigilancia sobre la "población flotante", es decir, aquella que pernocta en hoteles y pensiones.
El director de la Policía uruguaya enfatizó en que "no hay organizaciones (terroristas) detectadas" que estén operando en el país, ni se procederá a "reforzar la vigilancia de las embajadas".
El operativo implica un "mayor nivel de atención", dijo Layera, que insistió en que no se trata de un alerta de ataque terrorista.
El Gobierno uruguayo había tomado medidas similares durante la Copa de Confederaciones de Fútbol de 2013 y la Copa Mundial 2014, torneos celebrados también en Brasil.