El Estado Islámico “declaró la guerra” a Occidente, manifestó Hollande después de que dos terroristas islamistas degollaran a un párroco en una iglesia fracesa. Se trata del quinto atentado en suelo francés en apenas 18 meses.
La obviedad de lo dicho por Hollande indignó a sus compatriotas, que esperan de su presidente la adopción de medidas eficaces para poner fin a los atentados que estremecen al país, y no la constatación de hechos.
“Ya no basta con indignarse”, sostuvo el ex primer ministro François Fillon.
Por su parte, la líder del partido Frente Nacional, Marine Le Pen, acusó al Gobierno de tener “la inmensa responsabilidad” de lo que está ocurriendo en el país. A su vez, el presidente del principal partido de la oposición, Nicolas Sarkozy, reclamó un cambio “profundo” en la política antiterrorista.
En un mensaje televisado François Hollande prometió seguir luchando contra los grupos yihadistas, tanto en el extranjero como en su país.
El analista Guadi Calvo duda que las medidas que adopta el mandatario galo traigan la paz. Entre otras cosas, porque no se ocupa suficientemente de la integración de los jóvenes musulmanes en la sociedad francesa, algo que considera “el mejor camino para resolver un problema así”.
En este contexto, señala que se deben “implementar medidas muy profundas en las sociedades europeas”. A la vez, indica que “quizá en este momento no estén muy aptas” para adoptarlas, por razones económicas y políticas.
“Sospecho que vamos a seguir conociendo este tipo de atentados con mucha frecuencia durante mucho tiempo”, advierte Guadi Calvo.
Según el analista, “muchos jóvenes europeos encuentran en la versión equivicada del islam el único motivo de vida”, una situación provocada, en particular, por falta de perspectivas.