No es la primera vez que se relaciona a Rusia con ataques cibernéticos y la filtración de documentos de políticos estadounidenses. A finales de julio se supo que se había producido un ataque a la red utilizada en la campaña presidencial por el Partido Demócrata de Estados Unidos y su candidata, Hillary Clinton. Las autoridades policiales indicaron que el ataque "parece haber sido perpetrado por los servicios de inteligencia rusos".
Anteriormente, Wikileaks había revelado el papel de la Casa Blanca en un plan para debilitar al excandidato presidencial por el Partido Demócrata, Bernie Sanders. Los detalles de la revelación produjeron un escándalo que condujo a la dimisión del jefe del comité nacional del partido.
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Sin embargo, actualmente las afirmaciones de este tipo carecen de pruebas sólidas. Esto no impide a los medios occidentales presentar el escándalo interno de uno de los dos mayores partidos políticos de EEUU como un ataque externo dirigido contra el proceso de las elecciones. Las autoridades rusas, por su parte, rechazaron las acusaciones de estar implicadas en la filtración.