Esta situación, que se dio en la población de Tumaco, Nariño (suroeste), "será discutida en La Habana con la delegación de paz de las FARC", notificó a la prensa la Oficina del Comisionado.
Sin embargo, recordó que en febrero pasado, tras presentarse un incidente similar en la norteña población de Conejo, en la Guajira, el jefe de la delegación de paz del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle, dijo que "las FARC deben entender que la democracia tiene reglas y que esas reglas son para cumplirlas".
El martes el canal de noticias Red + Noticias publicó un video realizado a solicitud de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en el que se recopilaron partes de la jornada pedagógica que se llevó a cabo en la frontera con Ecuador, y en el que se observa a un grupo de guerrilleros explicando a cientos de campesinos el proceso de paz.
"Hoy vengo a conversar con todos ustedes, a hacer una conversa más de amistad que discursiva, para darles a conocer algunos puntos que se han logrado hasta el momento en la mesa de La Habana, donde hemos entablado con el Gobierno colombiano un arduo trabajo para llegar a algunos acuerdos", dice uno de los guerrilleros a la comunidad, según se aprecia en el video.
El hombre se observa junto a otros integrantes de las FARC con camisetas de la selección colombiana de fútbol con la leyenda "Yo me la juego por la paz", y detrás de ellos se aprecia un grupo más de guerrilleros armados mientras prestan seguridad al salón comunal en el que se llevó a cabo el encuentro.
La situación se plantea similar a la ocurrida en febrero en La Guajira, cuando varios de los delegados de paz de las FARC llegaron sorpresivamente a la plaza central del corregimiento Conejo para difundir las negociaciones con la comunidad mientras eran escoltados por hombres fuertemente armados y vestidos de camuflaje.
Ese hecho generó polémica por parte de varios sectores colombianos, que cuestionaron que ese grupo insurgente hiciera proselitismo armado en el marco de un proceso de paz que aún no finaliza.
La respuesta del Gobierno, por su parte, fue la de suspender las visitas de los delegados de las FARC a sus campamentos, prohibir las jornadas pedagógicas con la comunidad civil —que de hecho nunca han estado permitidas- y ordenar el regreso de los delegados a La Habana, lo que generó tensiones entre ambas partes.
El impasse sólo se superó una semana después, por mediación de los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega, tras lo cual los diálogos fueron retomados.
El Gobierno colombiano y las FARC mantienen diálogos de paz en La Habana desde noviembre de 2012 con el objetivo de lograr un armisticio que ponga fin a un conflicto armado interno de más de medio siglo de existencia.
Dicho conflicto, que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes del Estado y grupos narcotraficantes, es el más antiguo del continente y ha dejado unos 300.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados, según reportes oficiales.
