A pesar de que los detalles tecnológicos de los futuros proyectos militares son información clasificada, el diario Izvestia enumeró los principales vectores de su desarrollo, entres los cuales el medio destaca la paulatina transición hacia la tracción eléctrica en los buques.
La innovación permitirá, además, dotar las naves con armas de mayor potencia, como láseres o cañones electromagnéticos, como es el caso de los nuevos destructores furtivos del proyecto 23560 Líder.
Según el viceministro de Defensa, Yuri Borisov, gracias a los nuevos sistemas energéticos, los navíos podrán brindar una presencia constante de la Armada rusa en los mares.
"Los lapsos de autonomía de los destructores de clase Líder estarán limitados solo por las capacidades físicas de su tripulación".
El ingeniero militar Valentín Belónechko, por su parte, indicó a Izvestia que el proyecto del nuevo portaviones Shtorm —Tormenta, en ruso— está finalizado. Pero teniendo en cuenta su largo periodo de construcción, los responsables del diseño se encuentran ahora valorando las posibles innovaciones que podrían ser necesarias a corto plazo.