Una grúa japonesa —ave que simboliza buena fortuna y longevidad en las tradiciones asiáticas— vuela sobre un paisaje salvaje mientras los peces koi nadan entre las flores, colocadas en la pintoresca plaza del siglo XV. Así, Bélgica y Japón conmemoraron el 150 aniversario del inicio de las relaciones diplomáticas bilaterales.
La alfombra floral de este año tenía una extensión de 75 metros de largo por 25 de ancho, además de contar con más de 600.000 begonias, complementadas por otros tipos de flores.
En 1971, el arquitecto paisajista E. Stautemans, aficionado a las begonias y al diseño de alfombras florales, inició la tradición, que permanece desde entonces en la capital del país.