Por el bombardeo fueron destruidos los arsenales y murieron tres combatientes del PKK.
El PKK fue declarado organización terrorista por Turquía, así como por tres de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad: EEUU, Francia y Reino Unido.
Las provincias del sureste de Turquía son desde julio de 2015 escenario de choques entre las fuerzas de seguridad turcas y los combatientes del PKK que causaron la muerte de casi 700 policías y de más de 6.000 insurgentes kurdos.