"Quizá lo que estamos observando hoy es el comienzo del fin del Gobierno de Angela Merkel", analizó los resultados de los comicios en el estado federado el líder regional del AfD, Leif-Erik Holm.
Según los datos oficiales preliminares, el Partido Social Demócrata (SPD, por sus siglas en alemán) ocupa el primer lugar con el 30.6% de los votos y Alternativa para Alemania, el segundo con un 20,8%, dejando atrás al partido liderado por la canciller, que goza del apoyo de un 19% del electorado de la región.
La victoria número 16 de la extrema derecha en los comicios de los estados federados ha revelado la profunda crisis del poder oficial en Alemania, subrayó el vicepresidente del AfD, Alexander Gauland.
"Los resultados de Mecklemburgo tienen gran significado simbólico para las elecciones del Bundestag —Parlamento— de 2017", sostuvo.
Esta opinión es generalmente compartida por los partidos de la coalición de la Unión Demócrata Cristiana.
"Obviamente, no se puede hablar de fortalecimiento del CDU cuando su carácter de 'partido popular' ha sido puesto en tela de juicio en su propio distrito electoral", afirmó Edmund Stoiber, jefe de la Unión Social Cristiana (CSU, por sus siglas en alemán) en Baviera, en una entrevista para Münchner Merkur.
A su vez, el ministro de Finanzas de Baviera, Markus Zeder, exigió a Berlín "un cambio de rumbo":
"No se puede más hacer caso omiso a las percepciones de los ciudadanos", apuntó el político a los periodistas de Bild.
"Es una derrota personal y grave de la canciller", comentó los comicios el vicepresidente del Partido Socialdemócrata de Alemania, Ralph Stegner.
Los propios miembros de la CDU califican la situación actual del partido en los mismos términos.
En su entrevista para Rheinische Post, el vicepresidente del partido gobernante, Armin Laschet, señaló que ha sido "una grave derrota".
El influyente político, miembro del CDU, Wolfgang Bosbach, consideró la situación actual de su partido como "grave".
