Haftar dirige a los militares de las autoridades del este de Libia, parlamento que no apoyó al Gobierno de Unidad Nacional y que comenzó a funcionar en marzo de 2016 con el apoyo de la ONU.
Según la opinión del comandante, EEUU detectó objetivos de Daesh en Sirte y consideró necesario destruirlas.
"Actuaban por sus propias convicciones, partiendo de la protección de la seguridad nacional de EEUU, Daesh representa una amenaza para ellos y sus socios", destacó.
El comandante subrayó que Libia no solicitó ayuda extranjera para luchar contra Daesh, autodenominado Estado Islámico.
"Las autoridades legítimas no enviaron ninguna solicitud de ayuda, lo único que pedimos es el levantamiento del embargo de armas, garantizaremos todo lo demás", dijo.
Haftar señaló que aplaude el apoyo de otros países en la lucha antiterrorista mientras sea autorizado y acordado con antelación.
El 1 de agosto la Fuerza Aérea de EEUU realizó primeros ataques contra Daesh, proscrito en varios países, incluida Rusia, en Sirte por solicitud del Gobierno de Unidad Nacional.
Paralelamente, desde junio pasado continúa una operación terrestre a cargo de las milicias de Misrata, leales a las nuevas autoridades.
Libia atraviesa una profunda crisis desde 2011, año en el que fue derrocado y asesinado Muamar Gadafi, quien fuera su líder durante varias décadas.