Anteriormente se informó que el domingo por la mañana, unos 30 hombres armados con puñales irrumpieron en el templo sikh de Leamington Spa, en la parte central de Inglaterra.
En ese momento en el templo estaba celebrándose una ceremonia nupcial con la participación de la novia, adepta de la religión sikh, y el novio, que profesa el hinduismo.
Las conversaciones entre la Policía y los asaltantes se prolongaron durante ocho horas, tras lo cual los agentes incautaron las armas blancas, entre las cuales predominaban los cuchillos tradicionales de los sikhs.
Según publicó el diario The Guardian, los asaltantes son fanáticos religiosos que cuidan celosamente sus tradiciones y que ya habían protagonizado actos de protesta.
Los vecinos de la ciudad comentaron que algunos de los asaltantes llegaron desde Manchester especialmente para impedir el casamiento.
Los activistas insisten en que fue una protesta pacífica contra la violación de la ceremonia nupcial tradicional.
La Policía, por su parte, declaró que no cataloga el incidente como acto terrorista.