América Latina
Desde el Río Bravo hasta Tierra del Fuego, noticias, reportajes y análisis sobre la realidad latinoamericana

El ex preso de Guantánamo que está dispuesto a morir por volver a ver a su familia

© AP Photo / VigiliaJihad Ahmad Deyab
Jihad Ahmad Deyab - Sputnik Mundo
Síguenos en
El sirio de madre argentina Jihad Ahmad Deyab tiene 45 años y fue detenido en 2002 por Estados Unidos. Estuvo preso en Guantánamo durante 12 años. Nunca se le hizo un juicio. Llegó a Uruguay en 2014, y hace un mes comenzó una huelga de hambre para ver a su familia.

En Uruguay hay un hombre que está solo, hambriento y deshidratado. Hace 27 días decidió, por voluntad propia, poner en riesgo su vida. Comenzó una huelga de hambre porque quiere volver a encontrarse con los miembros de su familia, a quienes no ve desde hace 15 años. Se trata de Jihad Ahmad Deyab, uno de los seis reclusos de Guantánamo que llegó a Uruguay en 2014, tras el acuerdo entre los Gobiernos de José Mujica y Barack Obama, en el marco de la política de Estados Unidos de liberar a los presos de ese centro de detención.

Jihad Ahmad Deyab - Sputnik Mundo
América Latina
Uruguay y liberado de Guantánamo en una carrera contra el tiempo

"Hay una gran imprecisión y desconocimiento acerca de los términos de ese acuerdo. Sobre el alojamiento en Uruguay, pero también acerca de la posible relocalización de los exreclusos de Guantánamo en otros sitios. Aun cuando tengan estatuto de refugiados, su situación es 'sui generis'", dijo a Sputnik Pablo Chargoñia, abogado de Derechos Humanos del Observatorio Luz Ibarburu (OLI), una red de organizaciones sociales que vela por los derechos humanos.

Los seis reclusos —cuatro sirios, un tunecino y un palestino—, tienen documentos que los habilitan a salir del país. De hecho, Deyab viajó a Argentina, Brasil y Venezuela, de donde fue deportado tras presentarse en el consulado uruguayo en Caracas pidiendo ser trasladado a Turquía, donde reside su familia.

Exrecluso de Guantánamo, Jihad Deyab - Sputnik Mundo
América Latina
Exrecluso de Guantánamo en Uruguay responsabiliza a EEUU de su suerte
"Los otros exreclusos encontraron trabajo o contrajeron matrimonio. Pero Deyab no. Él no quiere permanecer acá. Ve, con razón, que si su familia viene no podría sostenerla. En diciembre se le terminan los ingresos que le está dando el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), un sueldo mínimo que no le alcanza ni para sostenerse a sí mismo. Bajo estas condiciones, tampoco podría hacerlo con su familia. Quiere reunirse con ellos, como es su derecho, en un país árabe. Pero esos países no le otorgan visa. Hasta aquí Uruguay no gestionó eso de forma adecuada", explicó Chargoñia, quien actúa en solidaridad y a título personal en el caso del sirio.

"Este hombre [Deyab] es una persona que sufrió mucho, no ve a su familia desde hace años y quiere estar con ellos. Es un reclamo muy humano. ¿Por qué no se ha podido lograr que estas personas se reúnan en algún sitio para abrazarse y verse las caras? Esas son las cosas que hay que preguntarse. ¿Cuáles son los límites del acuerdo de Mujica con EEUU?", dijo a Sputnik Susana Mangana, profesora responsable de la cátedra de Islam y Mundo Árabe en la Universidad Católica del Uruguay.

"Estados Unidos, a pesar de ser el país que secuestró, mantuvo preso durante 12 años sin un debido proceso y torturó a Deyab, no ha tenido ninguna participación en su relocalización e intento de reencuentro con los suyos. Al haber generado el problema, es el país con mayor deber de reslverlo, y además el que tiene las mejores oportunidades para que Deyab consiga la visa para reunirse con su familia", opinó Chargoñia.

Dentro del islam, la medida que tomó Deyab es extrema. "La huelga de hambre, que puede provocar su muerte, es para él algo sumamente duro porque en su religión es Dios el que decide cuándo una persona muere. Pero es lógico que la persona esté inestable si hace 15 años que no ve a su familia", dijo Mangana.

Más: Liberado de Guantánamo que realiza huelga de hambre en Uruguay volverá al hospital

"Uruguay se compró un problema que no puede resolver. Estamos viendo la ineficiencia con tintes trágicos. Deyab va a mantener su decisión de morir si no vuelve con su familia. Estamos muy preocupados porque no vislumbramos una salida humanitaria a la situación. El desinterés de un Estado y la negligencia de otro pusieron en riesgo la vida de este hombre", concluyó Chargoñia.

Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала