En 2015, se registraron 185 asesinatos de defensores de derechos humanos involucrados en la defensa del medio ambiente. El 65% ocurrió en América Latina, 10% en Guatemala y 8% en Honduras. Esto hace que estos países sean las naciones con la tasa de homicidio per cápita más alta de la región, según un informe de la organización Global Witness, publicado por Infobae.
"La violencia en Honduras tiene que ver con el quiebre post golpe de Estado de 2009. El nuevo Gobierno cambió la legislación y la hizo más restrictiva.
Si las activistas son mujeres, el peligro es mayor. "Las mujeres de comunidades indígenas y campesinas, por lo regular excluidas de los circuitos comerciales, crean redes en el territorio para poder sobrevivir. Por eso presentan mayor resistencia a ser expulsadas de sus territorios o a que sean contaminados. A la violencia contra su labor de defensoría se le suma la violencia de género de nuestras culturas. Es en este sector donde se encuentra la mayor cantidad de asesinatos", aseguró Romero Cárdenas.
Entre 2012 y 2014, IM-Defensoras registró 1.688 agresiones a mujeres activistas en El Salvador, Guatemala, Honduras y México. Entre esos años por poco se duplican los casos, pasaron de 414 a 762, un 45,7% más.
"Era la ambientalista con más alto perfil de la región y por eso tuvo gran repercusión. Pero a la vez, los cientos de personas asesinadas con un menor perfil van quedando en la impunidad. Esto agrava la situación y no le pone un límite", afirmó Puentes.
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"En sociedades donde no tenemos la capacidad de exigir rendición de cuenta a nuestros Gobiernos, pues lo más lógico es que se incrementen las agresiones a los defensores de los derechos humanos", concluyó Romero Cárdenas.