El cadáver de María Villar Galaz, de 39 años, apareció este martes en la localidad de Toluca tras ser secuestrada el pasado 13 de septiembre.
Su marido y otro familiar intentaron negociar con los secuestradores y, según confirmó el canciller español, pagaron una cantidad no revelada de dinero para que la dejaran libre.
"Estábamos esperando a que fuera cuestión de tiempo a que estuviera libre y sana. Por desgracia no ha sido así", dijo el ministro desde Nueva York a la cadena de radio Onda Cero.
Toda familia de la víctima había viajado a México tras conocer el secuestro, pero según confirmaron las autoridades policiales, ya era demasiado tarde.