"Las fuerzas del Gobierno recogían los cuerpos, escuché de las personas en el lugar de los hechos que los muertos son más de 100", cita a Gudina la agencia AFP.
Las fuerzas de seguridad intervinieron cuando miles de personas estaban reunidas para una fiesta religiosa en la ciudad de Bishoftu, a unos 40 kilómetros al sur de la capital Adís Abeba.
De acuerdo con testigos de los hechos, la policía usó granadas lacrimógenas y realizó disparos de advertencia para dispersar a manifestantes antigubernamentales que reivindicaban 'justicia' y 'libertad', lo que causó un movimiento de pánico.
En un comunicado, el Gobierno etíope confirmó víctimas mortales y heridos, aunque no precisó su número.
En agosto, la oposición y habitantes locales acusaron a las fuerzas de seguridad de la muerte de más de 90 manifestantes en las regiones de Oromia y Amhara.