Factores clave en el frente de Corea
El segundo momento decisivo fue el desembarco de los soldados estadounidenses en Inchon en Septiembre del mismo 1950, el cual logró poner fin a la ofensiva norcoreana.
El tercer factor fue la intervención del Ejército de Liberación Popular de China, la que obligó a las fuerzas de EEUU a batirse en retirada al paralelo 38. La participación de las tropas chinas se convirtió en la última gota para el general estadounidense Douglas MacArthur, quien instó a iniciar los ataques aéreos estratégicos contra el Ejército chino. En aquel momento muchos estaban convencidos de que tales ataques incluirían el uso de la bomba atómica —la ventaja asimétrica de EEUU de aquella época—.
Estrategia o táctica
En 1950, los responsables del Departamento de Defensa de EEUU todavía tenían un largo camino que recorrer —el país carecía de un sistema elaborado de planificación, desarrollo y movilización capaz de clasificar las armas nucleares por tipos y propósitos—. Los planes bélicos convencionales tampoco incluían el uso de este nuevo tipo de armas.
Los ataques estratégicos se habrían concentrado en las bases militares, sitios industriales y objetos de infraestructura política de China con el objetivo de colapsar todo el país o, al menos, forzarlo a salir de la guerra.
No obstante, debido al tamaño de la población de China y la naturaleza dispersa de los principales objetos industriales del país, tal campaña militar habría requerido el uso de una gran cantidad de ojivas nucleares —bastante, rudimentarias en aquella época—.
De esta manera, el uso de armas nucleares contra China no habría dañado a la industria soviética. Asimismo, EEUU habría podido perder gran parte de sus bombarderos B-36 en la campaña contra China, quedándose —dadas las capacidades bélicas cuestionables de estos aviones— sin nada con qué contrarrestar a la URSS.
Por supuesto, los centros de mando de China y Corea del Norte, los centros logísticos y las unidades militares se habrían visto muy afectados —o completamente destruidos— por el asalto nuclear de EEUU, pero a coste de deslegitimizar al gobierno de Corea del Sur, que habría sufrido daños enormes por esta campaña de EEUU.
Situación bélica
El Ejército chino todavía mantenía una reserva sustancial de las fuerzas terrestres y aéreas para lanzarlas a la lucha en caso de que EEUU decidiera intensificar su campaña.
Asimismo, la URSS habría podido ejercer una mayor influencia sobre el conflicto —fuera a través de transportación de su técnica al territorio chino y Corea del Norte o a través del despliegue directo de sus propias fuerzas terrestres, aéreas y navales—. De esta manera, la URSS habría tenido todo el potencial para 'limpiar' Asia oriental de las fuerzas estadounidenses.
Sin embargo, la consecuencia más catastrófica habría consistido en la pérdida del tabú nuclear incipiente —el entendimiento entre los líderes mundiales de que las armas nucleares diferían de manera significativa de otros tipos de explosivos y que su uso práctico presagiaba algo transcendental e irreversible—.