Siguiendo esta lógica, “la administración Obama ha presupuestado por lo menos 5.000 millones de dólares” para el próximo lustro, destinados, entre otras cosas, a mejorar las capacidades ofensivas del programa espacial militar de EEUU, escribe Lee Billings, autor del artículo “La guerra en el espacio puede estar más cerca que nunca”, que salió en la revista estadounidense Scientific American.
Según el jefe de la Casa Blanca, el objetivo es “minimizar los riesgos para EEUU y sus aliados en el espacio y defender nuestro derecho a acceder y actuar con libertad en el cosmos”.
Todo ello está “dando a China y Rusia más razones para sospechar”, indica Lee Billings. Y tienen fundamento para ello, afirma, por su parte, Mijaíl Uliánov, director del Departamento de No Proliferación y Control de Armas de la Cancillería rusa.
“Cuando EEUU tenga suficientes capacidades tecnológicas, es muy probable que emplace sus armas nucleares en el espacio. Sería un duro golpe a la seguridad internacional, puesto que esto abriría una caja de Pandora. Y es que otros países que tengan las mismas capacidades seguirán su camino y así empezará una carrera de armamentos descontrolada”, señaló el experto.
En tanto, Nicaragua acaba de entrar en el club de países que se comprometen a no ser los primeros en colocar armas en el espacio. Esto procede de la firma de una declaración conjunta con Rusia el pasado 30 de septiembre. Anteriormente, otros países de la región como Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba y Venezuela también asumieron el compromiso de hacer todo lo posible para evitar la militarización del espacio.