¿Habrá choques militares entre EEUU y Rusia en Siria?

Pero todo esto no es real. No habrá guerra entre Rusia y EEUU, en Siria ganará Asad, opina Evgueni Krútikov, autor del artículo para el diario Vzglyad.

Inicialmente, Washington anunció la ruptura total de los contactos con Rusia sobre Siria. La declaración fue seguida por la primera actualización: no todos los contactos, sino solo los bilaterales. La segunda nota decía que las negociaciones continuarían en el marco de los grupos multilaterales y comisiones. La tercera aclaración de Washington precisaba que las negociaciones no se detenían por completo, sino que se suspendían. Por último, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, volvió a llamar al ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, para discutir la situación. "Y esto es muy similar a los 'contactos bilaterales', que parecían estar 'rotos'", ironizó Krútikov.

Tema: Acuerdo ruso-estadounidense sobre armisticio en Siria

Sin embargo, la parte estadounidense sigue insistiendo en la similitud de la situación actual con la crisis de los misiles cubanos de 1962, lo que dio lugar al pánico en las evaluaciones de la situación. Según algunos analistas, los "norteamericanos son capaces de destruir todo el grupo ruso en Siria en dos días". Parece que estas estimaciones no provienen de la situación real en Oriente Próximo. No obstante, existen ciertas amenazas.

"Efectivamente, si EEUU ataca Hmeymim o Tartus con todos sus misiles de crucero y, al mismo tiempo, pone en el cielo a todos los bombarderos estratégicos, no dejará piedra sobre piedra. Además, parece que hay personas que creen que Rusia morderá el anzuelo, no habrá III Guerra Mundial, y el nuevo presidente de EEUU entrará en la Casa Blanca como emperador del planeta con el Frente al Nusra —el actual Fatah al Sham— en Damasco, pero sin Asad, lo más importante para ellos", argumentó Krútikov.

Más: "EEUU apuesta por el avance de los terroristas en Siria"

Pero, en realidad, EEUU no ha interrumpido contactos con Rusia en el ámbito de las misiones militares para evitar incidentes aéreos, prosiguió el autor. Una gran parte de la retórica agresiva está predeterminada por la situación preelectoral y no tiene nada que ver con la situación sobre el terreno, aseveró.

​Sin embargo, Krútikov reconoció que los acontecimientos en el frente sirio son capaces de llegar a un límite peligroso, teniendo en cuenta que la situación ya ha logrado una velocidad impresionante. Y para entender lo que está sucediendo, es necesario volver a examinar la línea del frente en Alepo, apuntó el columnista.

Recientemente, las tropas gubernamentales han ocupado otro barrio de la ciudad y han obligado a huir al grupo yihadista Fatah Halab, que está ahora al borde de una derrota, dado que sus líderes ya no pueden mantener el control en el frente.

Lea también: La oposición siria bloquea las salidas de Alepo

Al mismo tiempo, las fuerzas del Gobierno sirio lanzaron una ofensiva en Deir Ezzor, donde no les esperaban. Justo allí donde hace un par de semanas, la aviación estadounidense y la de sus aliados "accidentalmente" bombardearon sus posiciones.

"Si no interviene alguna fuerza extraña (marcianos, por ejemplo), el destino de los yihadistas, rodeados en la zona del este de Alepo, está predeterminado. Y esto decantará también el resultado de la guerra civil a favor del Gobierno de Bashar Asad. Por lo tanto, toda la política estadounidense de muchos años en Siria se irá por el sumidero justo antes de las elecciones".

En términos militares, es posible salvar al grupo rodeado en el este de Alepo, el frente en la provincia de Hama y en Deir Ezzor solo por medio de una invasión a gran escala, según Krútikov. Las fuerzas de las tropas del Gobierno tienen un límite y los recursos están agotados. El autor cree que sería posible detenerlos con un bombardeo sorpresa o una operación de desembarco de dos o tres equipos.

​"Esta es la única manera de salvar la reputación de EEUU. Los trucos de propaganda ya no ayudarán".

Sin embargo, "con el primer disparo contra las posiciones sirias, la guerra dejará de ser civil. Hace un par de años, Washington prometió y juró que bajo ninguna circunstancia atacaría las posiciones de las tropas del Gobierno, pero el incidente en Deir Ezzor, naturalmente, anuló el juramento. Para el consumo interno y en la ONU sacarán la carta humanitaria: un heroico infante de marina de EEUU defendió a una niña siria e incluso descubrió una biblioteca. Pero desde el punto de vista militar, comenzará el caos", advirtió Kúrtikov.

Además, el autor del artículo pronostica que la ONU no tolerará una intervención militar a gran escala, aunque EEUU invente historias míticas.

"EEUU ha caído en la trampa de su propia estrategia de apoyo ideológico y propagandístico de las operaciones militares".

Asimismo, la presencia de los sistemas rusos de defensa aérea en Siria no permitirá que las tropas estadounidenses se desplieguen en el país árabe, ni tampoco que se lleve a cabo un bombardeo masivo de posiciones del Ejército gubernamental, destacó el periodista.

"Es un factor puramente psicológico. ¿Derribará la defensa aérea rusa los aviones norteamericanos de forma preventiva si se dirigen hacia Alepo? Parece que no. Pero las fuerzas de la aviación pueden hacerlos cambiar de rumbo sin disparar, desviarlos de su curso. Y la operación terminará antes de empezar".

El autor considera que los norteamericanos podrían evitar este escenario solo al bloquear o destruir a la aviación rusa.

"No son capaces de bloquearla, mientras que destruirla significaría declarar la guerra a una potencia nuclear, es decir, poner en marcha un mecanismo de autodestrucción".

"Algunos líderes políticos y generales estadounidenses, de verdad, producen una impresión rara, pero el instinto de autoconservación es básico. Es complicado ir en contra de ese instinto, además, teniendo en cuenta que este tipo de decisiones no las toma una persona, sino, al menos, tres. Resulta extremadamente difícil admitir que a tres personas adultas, educadas, con experiencia y con familia, les falle al mismo tiempo el mecanismo de autoconservación en aras de una ganancia política a corto plazo con consecuencias poco claras", concluyó Krútikov.