Los primeros vuelos de las cuatro nuevas aeronaves tuvieron lugar en el aeródromo Kubinka, donde los pilotos fueron recibidos con entusiasmo por los espectadores del espectáculo militar.
Según el comandante de las Fuerzas Aeroespaciales rusas, Víktor Bondarev, este avión es una joya tecnológica, que ha demostrado sus capacidades militares por tierra y aire en territorio sirio. En opinión del militar, esta aeronave no tendrá competencia en los próximos 10 o 15 años.