Con 548.635 procedimientos realizados en 2015, el país se ubica séptimo en el mundo, según cifras de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS, por sus siglas en inglés).
Esto se convirtió en un problema de salud pública para Colombia. Las complicaciones de estos procedimientos irregulares muchas veces aparecen dos o tres años después de realizados, explicó a Sputnik el doctor Ricardo Galán, presidente de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (SCCP).
"La gente [de las clínicas de garaje] tiene mucha falta de ética. No les importa el daño que causen. Prima el interés económico. Inyectan, inyectan y cuando surge alguna complicación, desaparecen, cambian de ciudad y continúan", comentó el doctor Galán.
Muchas ofrecen 'combos', que concentran procedimientos como rinoplastias, mamoplastias, blefaroplastias y liposucciones en tiempo reducido. Así aumentan los riesgos para los pacientes.
La SCCP trabaja junto al Parlamento para aprobar una ley que brinde un marco legal para estas prácticas. La norma se encuentra bajo estudio de una comisión de la Cámara de Representantes y se espera que sea aprobada "a finales de este año o a mediados del próximo como máximo".
La finalidad es combatir la situación actual, en la que los médicos generales "pueden hacer cualquier cosa si no son descubiertos". La ley prevé castigos y sanciones que incluyen multas, suspensión del ejercicio de la profesión o incluso prisión para los que la violen.