El cáncer de mama es el segundo más letal en las Américas, de acuerdo con la Organización Panamericana de Salud (OPS), brazo regional de la OMS. Se estima que para 2030 habrá 142.100 muertes por esta enfermedad en el continente.
Era el único país del mundo que lo obligaba, según la organización Mujer y Salud Uruguay (Mysu). Hasta el pasado septiembre, cuando un fallo judicial determinó la invalidez de dicha exigencia. La decisión respondió a la lucha de una uruguaya que no quería exponer su cuerpo a tanta irradiación luego de haberse sometido al examen en años anteriores.
"En el resto del mundo, las mujeres lo realizan de forma voluntaria y son advertidas de los riesgos", contó a Sputnik la ingeniera Ana Rosengurtt, quien emprendió una batalla de cinco años contra el Estado uruguayo.
Para el médico de familia Miguel Pizzanelli, de Uruguay, hay mucha incertidumbre sobre el tema, por lo que hay que evaluar el impacto de anunciar un cáncer a un paciente sin saber su precisión. "Tu cuerpo está todo el tiempo combatiendo el cáncer, no todos evolucionan hacia la muerte. La mayor parte de los tumores tienen receptores de adrenalina, cuando uno piensa que puede tener cáncer lo empeora", consideró en diálogo con Sputnik.
Más allá del examen preventivo, la comunidad internacional es unánime respecto a la prevención de esta enfermedad mediante los hábitos de vida: una alimentación saludable, la práctica de ejercicios físicos, evitar el alcohol y el cigarro. También se señala que el amamantamiento materno reduce los riesgos de desarrollar el cáncer de mama tanto en las madres como en sus hijos.