"Ha sido un efecto concreto, un 'balde de agua fría' en las cabezas calientes de los generales del Pentágono. Porque la presencia de sistemas de misiles tan poderosos y de gran alcance son un importante factor militar y político de neutralización de las amenazas y los deseos de usar las armas por parte de EEUU", añadió el experto.
Rusia emplazó en Siria los sistemas antiaéreos S-300VM —SA-23 Gladiator según la terminología de la OTAN—. Los componentes de los S-300VM, capaces de destruir misiles balísticos a una distancia de hasta 250 kilómetros, llegaron a comienzos de octubre a la base naval rusa en el puerto de Tartus, en la costa mediterránea de Siria.
#EEUU plantea cambiar su estrategia en #Siria tras el despliegue de los #S300 https://t.co/zdXak3UjBC pic.twitter.com/BD863diHUd
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 18 октября 2016 г.
El alcance de los sistemas antiaéreos rusos, desplegados en este país árabe, cubre un territorio de 400 kilómetros en cualquier dirección, es decir, toda Siria, una parte significante de Turquía, Israel, Jordania y la parte oriental del mar Mediterráneo.