"La solución de fondo se va a dar si hay un respaldo, una ley nacional con una empresa pública que procese y se haga de todos los residuos del Estado", dijo el investigador del Centro Uruguay Independiente.
La lista la lidera Guyana (558 kilos per cápita al año) y lo siguen Surinam (496), Chile (456) y Brasil (383).
Solari asegura que de las más de dos mil toneladas de basura que llegan a los vertederos de Montevideo poco más de mil toneladas es basura doméstica por lo que es un "porcentaje importante".
Educación para reciclar
"Está cambiando, le falta, se intentó con cuatro plantas de clasificación pero no se diseñaron bien los circuitos, entonces lo que llega ahí no es circuito limpio es circuito sucio", explicó Solari quien agregó que las botellas de vidrio, salvo las retornables, no se puede reciclar.
El especialista indicó que por más que los ciudadanos depositen las botellas en contenedores de reciclaje estas son destruidas y enterradas porque no existe en Uruguay un mercado que justifique el costo de reutilización y tanto los comercios como la industria se niegan a asumir esos costos.
"La botella de vidrio, la gran mayoría se descarta, no puede ser absorbida por la fábrica que hay ni vendida, o las bandejas de poliestireno expandido parecería o se dicen ser recuperables, sin embargo, al no tener un mercado ni un circuito para agregarle valor, se terminan tirando", comentó.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 18 de agosto de 2016
El problema de la yerba mate
El 11% de la basura doméstica en Uruguay se produce por los residuos de la tradicional infusión conocida como yerba mate, lo que por falta de educación termina siendo un problema para el reciclaje.
"La yerba mate, que es el 11% de los residuos de los hogares, en verano trae mosquitas o se tira con los cartones y los plásticos y los ensucia, entonces al entreverarse todo es un problema ambiental higiénico y también después es muy difícil que se justifique la recuperación", indicó Solari.
La capital uruguaya ha tenido distintos problemas con la recolección de residuos domésticos a causa de conflictos entre la Intendencia de Montevideo y el sindicato, lo que llevó en ocasiones a que las autoridades decretaran situación de emergencia sanitaria luego que la basura se acumulara durante días en las calles de la ciudad.