En esta legislatura, Mariano Rajoy prescindirá de José Manuel García-Margallo como canciller para poner al frente de la diplomacia española a Alfonso Dastis, que desde 2011 ha ocupado el cargo de Embajador de España en la Unión Europea.
Otro de los cambios de calado es el que tiene lugar en el Ministerio de Defensa, donde Pedro Morenés deja paso a María Dolores de Cospedal, secretaria general del conservador Partido Popular.
Su cargo será ocupado por Juan Ignacio Zoido, que fue alcalde de Sevilla entre 2011 y 2015.
La vicepresidencia seguirá en manos de Soraya Sáenz de Santamaría, que dejará de ocuparse de la portavocía del Gobierno para añadir a sus funciones la coordinación política y jurídica con las Comunidades Autónomas, lo que refuerza su posición para tomar decisiones en la crisis territorial entre España y Cataluña.
Las funciones de portavoz del Ejecutivo son traspasadas a Íñigo Méndez de Vigo, que también continuará siendo ministro de Educación, Cultura y Deporte.
En el terreno económico, Luis de Guindos repite al frente de Economía, Cristóbal Montoro en Hacienda, Fátima Báñez en Empleo e Isabel García Tejerina en Agricultura y Pesca.
Finalmente, el Ministerio de Justicia seguirá sin cambios y Rafael Catalá lo encabezará durante la nueva investidura.
Portavoces de PSOE y Podemos valoraron la composición de este nuevo Ejecutivo de Rajoy como "continuista".
"Siguen presentes algunos de los factores que hicieron del anterior gabinete un Gobierno sin capacidad de diálogo", valoró Mario Jiménez, portavoz de la comisión gestora que rige al PSOE.
Por su parte, Rafael Mayoral, portavoz de Podemos, opinó que este Gobierno será incapaz de hacer frente a los problemas de la sociedad española ni de aplicar los cambios de políticas que a su modo de ver España necesita.
Los ministros jurarán o prometerán su cargo ante Felipe VI en la mañana del viernes, antes de proceder a la celebración de la primera reunión del nuevo Ejecutivo.